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| Felipe Payano |
El deceso de José Moscoso, se produjo en la ciudad de Pensilvania, Estados Unidos, luego de estar aquejado de salud.
“Con el amigo José Moscoso nos unió una gran amistad, ya que cuando llegué a Santo Domingo a jugar basket superior, ya él estaba en el estrellato, su forma respetuosa y su profesionalidad, lo hacía ser un gran arbitro que se ganó el respeto de todos”, dijo Payano.
Comentó que Moscoso era un hombre que dominaba muy bien las reglas internacionales del basket, además de que trabajó en varias competencias internacionales, enviado por la FIBA.
“Fue un gran ser humano, de un trato muy afable con una sonrisa siempre a flor de labios y un hombre muy respetuoso”, precisó Payano.
Y abundó: “No sólo el basket, sino el deporte nacional ha perdido una de sus mejores piezas, que Dios lo tenga ya en su gloria y resignación a todos sus familiares y allegados”-
José Moscoso en el 2012 fue exaltado al Altar de la Inmortalidad de la Provincia de Santo Domingo, por sus grandes logros en el arbitraje nacional e internacional.
Fue uno de los árbitros pilares de la década de los 70, 80 y 90 en el baloncesto de la República Dominicana, donde trabajó con los hombres y mujeres que en esas décadas surgieron como grandes estrellas del basket y del deporte en el país.
En los torneos superiores del Distrito Nacional, Moscoso paseó su talento como hombre de las decisiones y lo hizo con mucha altura, conocía muy bien las reglas, era un árbitro formado por la FIBA y lo más importante tenía una gran personalidad en la cancha.
(Enviada por: José Cáceres)